Estática en la radio, aplausos enlatados,
búfalos, amazonas sobre ruedas,
pizzas y vendetas, martinis y bikinis
ultratronada, lo peor de cada casa.
Chico callas poco,
hablas tanto,
follas raro
comebolsas contra brasas.
Abusar de mis pitillos, chacho no me seas luras,
no me quedan ni cerillas
¿Y qué tal si me invitas a entrar?
Cúidate mucho, mis mejores deseos para los dos
triunfen y sigan, con su dulce vida
detenida, congelada, telefilme en pausa.

Mundo rancio, panayonqui.

Lo último que.. es que ya no más.
Lo último que dijo fue…

Welcome to Las Vegas, postales del desierto
edificios rotos, cintas de gasolinera,
Las Grecas o Bambino,
BH contra Orbea,
plástico y oro,
chándal y perlas,
Astaire contra Rogers,
Birkin contra Gainsbourg,
brandy con ginebra y sol y sombra y surf
existo sólo en forma de rumor,
burbuja de gaseosa, La Pitusa, Revoltosa.

Viéndolas venir, sintiéndolas marchar.

La caca brilla a los ojos de la urraca, sentir su rastro, decir patata,
cosido por los pliegues al pulso de la siesta,
energía fantasma,
mi energía fantasma
suspendida, congelada, telefilme en pausa.

Mundo rancio, panayonqui.

Miles de negritos ayudando a drogadictos, poblando el Amazonas,
salvando a las ballenas, tengo miedo de estos chistes.

Lo último que.. es que ya no más.
Lo último que dijo fue…

En la ducha merodeo en torno suyo,
en bucle o en pijama sin poder desengancharme,
la taza que se enfría, aquí dentro diluvia,
las marcas de los cuadros que ya no están.

Animales de costumbres buscando a tientas.
¡Vi-Vi-Viva la fiesta!

De lo poco que me alegro,
lo único que me hace menos perro y más persona
menos tigre y más sereno
es esta cámara de fotos apuntando a los neones
parpadean:

Panayonqui

tarara-tarara
pa-ta-ta